Montevideo / Washington, D.C., 1 de octubre de 2025 (OPS/OMS) — Representantes de Uruguay, Chile, Perú, El Salvador y Costa Rica, junto a expertos internacionales en salud bucodental, salud ambiental y seguridad química, participaron en un seminario virtual regional organizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Para apoyar a los países en el cumplimiento de las disposiciones del Convenio de Minamata relativas a las amalgamas dentales, la OMS y PNUMA, con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) pusieron en marcha el proyecto "Acelerar la implementación de las disposiciones sobre amalgamas dentales y fortalecer las capacidades de los países en la gestión ambientalmente racional de los desechos asociados".
Este proyecto que involucra a tres países de diferentes regiones del mundo, seleccionó a Uruguay como representante de América Latina y el Caribe en reconocimiento a su firme compromiso y a los avances significativos alcanzados en la eliminación progresiva de la amalgama dental y la gestión adecuada de sus residuos.
Compromiso político y cooperación regional
En la apertura, Caroline Chang, Representante de OPS/OMS en Uruguay, subrayó la relevancia del proyecto para el país y la región, destacando los logros de Uruguay en la reducción y gestión de amalgamas, y reafirmando su compromiso con la cooperación Sur-Sur y la promoción de una salud bucal integral.
Por su parte, Grace Halla, del PNUMA, remarcó que la reducción de amalgamas es un componente esencial en la implementación del Convenio y reiteró el apoyo técnico y financiero de la agencia a los Estados para avanzar en esta transición.
El Dr. Luis Francisco Sánchez, asesor regional en seguridad química de la OPS, presentó el marco del Convenio de Minamata y su vínculo con la salud bucal.
El mercurio —metal pesado tóxico, bioacumulativo y sin función biológica— es una amenaza para la salud humana y el ambiente. Entre sus fuentes de exposición destacan las amalgamas dentales, que contienen entre 40% y 50% de mercurio.
Adoptado en 2013 tras la tragedia de Minamata (Japón), el Convenio busca eliminar fuentes de contaminación. La amalgama dental está incluida en el Anexo A, que establece su eliminación progresiva, priorizando la protección de grupos vulnerables y promoviendo alternativas restauradoras libres de mercurio.
Una meta global: 90% de países sin amalgamas en 2030
La consultora Gabriela Sardón, del Programa de Salud Bucodental de la OMS, presentó el Plan de Acción Mundial de Salud Bucodental 2021–2030, que establece como meta que para 2030, que el 90% de los países hayan eliminado el uso de amalgama o implementado plenamente las disposiciones del Convenio.
La Declaración de Bangkok (2024) reafirmó el compromiso político internacional de avanzar hacia materiales libres de mercurio y sistemas de salud bucodental más preventivos y sostenibles. Uruguay, Senegal y Tailandia participan como países piloto del proyecto GEF OMS–PNUMA, generando conocimiento y herramientas globales para esta transición.
Uruguay fue destacado como referente regional por su enfoque integral que combina prevención clínica, eliminación académica, regulación sanitaria, gestión ambiental y comunicación social.
Judith Torres, Punto Focal del Convenio de Minamata del Ministerio de Ambiente e Integrante del Comité Directivo Nacional del Proyecto, presentó los avances normativos y ambientales del país, destacando la eliminación progresiva del mercurio en sectores industriales, así como la salida de la amalgama de la práctica universitaria y del sistema nacional de salud. “Este proceso es parte de una política ambiental más amplia que busca proteger a las personas y al entorno de contaminantes altamente peligrosos como el mercurio”, afirmó Torres.
El Dr. Agustín Cataldo, Coordinador Programa Salud Bucal del Ministerio de Salud Pública e Integrante del Comité Directivo Nacional del Proyecto, remarcó el papel central de la prevención: “No hay salud sin salud bucal. El mayor éxito sanitario es evitar la caries antes que restaurar”, subrayó.
El país ha desarrollado materiales educativos innovadores para profesionales y ciudadanía, reconociendo además el impacto social de la salud bucal en la autoestima, la inserción laboral y la calidad de vida. La correcta disposición de residuos salda una deuda histórica con el ambiente.
La Consultora de OPS y Coordinadora del Proyecto Nacional, Mónica Méndez, presentó el diagnóstico nacional, que identificó entre 40 y 50 kg de mercurio almacenados en 35 puntos del país, así como un plan logístico de recolección y disposición final local (macro encapsulado). “Esta transición no es solo técnica, también es cultural y profesional. Es una oportunidad para transformar la odontología y potenciar el liderazgo femenino en un sector altamente feminizado”, señaló Méndez.
Avances regionales: diversidad de caminos, metas compartidas
Otros países de la región también mostraron progresos significativos:
- Chile redujo el uso de amalgama al 0,6% en 2024, integrándola en su Plan Nacional de Salud Bucal y fortaleciendo la gestión de residuos.
- Perú aprobó una nueva norma técnica que prohíbe amalgamas en grupos vulnerables y obliga al uso de cápsulas dosificadas y trampas de residuos.
- El Salvador eliminó la amalgama en el sector público desde 2021, con desafíos en la gestión de residuos históricos.
- Costa Rica ratificó el Convenio en 2016 y estableció una comisión interinstitucional para erradicar el uso al 2030.
En la clausura, representantes de la OMS, OPS y PNUMA destacaron la urgencia de establecer marcos regulatorios claros, integrar la salud bucal en la atención primaria y asegurar sostenibilidad mediante cooperación técnica y financiera.
Wilson Benia, de OPS Uruguay, señaló que cumplir el Convenio de Minamata es posible cuando hay coordinación intersectorial, compromiso político y alianzas sólidas. “Un desafío ambiental puede convertirse en un motor para promover la salud bucal”, afirmó.
