Proyecto Conjunto ONUSIDA se socializa con las regiones sanitarias

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Tegucigalpa, 11 de agosto de 2020.  Este día se socializó con las regiones sanitarias de San Pedro Sula, Cortés, el proyecto que con fondos ONUSIDA se llevará a cabo en dichas regiones, con la cooperación técnica de la OPS/OMS en el país.

El proyecto surge por una convocatoria del Secretariado de ONUSIDA, quien solicitó a los países prioritarios y receptores de fondos catalíticos que identificaran algunas de prioridades para ser incluidas en los fondos UBRAF 2020-2021.  Honduras identifico y consensuó con SESAL tres prioridades con objetivos sobre VIH específicos y medibles. 
 
Basados en las recomendaciones que brindó el panel de revisión mundial en 2017, se procedió a elaborar un plan de acción que contenía un modelo operativo refinado y un modelo revisado con asignación de recursos, fue así que con el respaldo de la  40º Junta Coordinadora del Programa (por sus siglas en ingles PCB) , se definió una estrategia de cooperación liderada por UNAIDS para apoyar a los países elegibles que clasificaran a los cuales se les  financiaría una proporción del trabajo prioritario a través del Plan Conjunto, siempre y cuando estuvieran estandarizados y armonizados con los planes conjuntos de la ONU.
 
Luego  el equipo técnico de CDE/EIH inicio la revisión de documentos técnicos, conocimiento y comprensión de los ODS que podrían servir de sustento técnico, así como los planes operativos de la subvención para elaborar una propuesta de trabajo y presentársela a la coordinación nacional de VIH en la Secretaría de Salud (SESAL), identificando posibles actividades estratégicas que permitieran actividades con alto impacto en pro de la población afectada con VIH, fue así entonces como se inició el desarrollo de planes conjuntos de las Naciones Unidas sobre el SIDA, en este punto ya se había contactado y socializado el interés de la oficina con el resto de las agencias para participar y favorablemente UNFPA, UNICEF, ACNUR, PMA aceptaron que OPS/OMS liderara el proceso y ellos conformarían activamente el equipo conjunto de las Naciones Unidas sobre el SIDA a nivel de Honduras.
Se contó con la Dra. Dinora Nolasco, Directora departamental de Salud de Cortés con su equipo técnico, la Dra. Sandra Lorenzana, punto focal para VIH en la Dirección de Redes Integradas de Servicios de Salud de la Secretaría de Salud y la Dra. Sari Erazo y otros miembros del equipo de la región departamental de salud de San Pedro Sula y con la Dra. Amy Tovar, consultora nacional responsable del proyecto por parte de la OPS/OMS en Honduras,
Honduras identifico y consensuó  tres prioridades con objetivos sobre VIH específicos y medibles.

En el mes de noviembre 2019 el país envío la propuesta final y fue sometida a una rigurosa evaluación y control de calidad de los planes conjuntos de las Naciones Unidas por equipos regionales y globales conformados por diferentes representantes de las agencias, expertos en el tema para que se cumpliera con las bases originales del proyecto de innovación, enfocado en sociedad civil, genero, derechos humanos entre otros.

En el mes de abril 2020 se recibió la transferencia de los fondos para iniciar con el proyecto y se realizaron las comunicaciones oficiales a las autoridades indicando que Honduras fue elegido para desarrollar el proyecto conjunto por dos años calendario.

Las líneas estratégicas del proyecto son:

1)Promover la transición al Dolutegravir y optimización del tratamiento a través de la elaboración de normas, protocolos y guías actualizadas (según las nuevas directrices de la OMS).
2)Aumentar la cobertura, testeo y tratamiento del VIH monitoreados por el sistema de información del país.

En vista de la pandemia de COVID-19, el proyecto fue ajustado para su abordaje, con una tercera línea que es fortalecer la resiliencia de los servicios de salud  integrados (SAI) con mayor número de casos; y otra línea estratégica que es sistematizar la experiencia hondureña.

Las actividades han sido readecuadas también a la situación actual en el marco de la pandemia. Se considera la dotación de equipos de protección personal (EPP), para el personal de salud de los SAI y también la dotación de alimentos para las personas que viven con VIH que asisten a dichos servicios.

En la cuarta línea se identificarán necesidades de información y comunicación para el personal de salud y beneficiarios, además de sistematizar las lecciones aprendidas.