Recomendaciones de la OPS sobre la meta mundial de la OMS sobre la cobertura de la vacunación contra la COVID-19

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En esta nota técnica se da seguimiento a la publicación de la estrategia para lograr la vacunación mundial contra la COVID 19 para mediados del 2022 [en inglés], el 6 de octubre del 2021. En esa estrategia se establece que el objetivo de la iniciativa mundial de vacunación contra la COVID-19 es aumentar sustancialmente la inmunidad de la población a nivel mundial para proteger a las personas de la enfermedad, proteger el sistema de salud, reactivar plenamente la economía, restaurar la salud de la sociedad y reducir el riesgo de nuevas variantes. En la estrategia se describen las medidas que debe tomar la comunidad mundial para vacunar a 70% de la población mundial contra la COVID-19 antes del 30 de junio del 2022. Las metas de cobertura intermedias establecidas para la población de todos los países fueron una cobertura de 10% con el esquema completo para el 30 de septiembre del 2021 y de 40% para el 31 de diciembre del 2021. Al 15 de junio del 2022, 17 países de la Región habían alcanzado la meta.

El número de casos de COVID-19 en la Región de las Américas está en aumento desde hace ocho semanas. La semana pasada, se notificaron más de 1,2 millones de casos nuevos en nuestra Región, lo que representa un aumento relativo de 11% en comparación con la semana anterior, y 4.069 muertes, lo que representa un aumento de 19,4%. Deben mantenerse las actividades de vacunación contra la COVID-19 en todos los países y territorios de la Región de las Américas para reducir al mínimo el número de casos y muertes, reducir la carga sobre los sistemas nacionales de salud y garantizar el acceso equitativo a las personas que aún no han recibido una sola dosis, dando prioridad a quienes son más vulnerables.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda que continúen las actividades nacionales de vacunación contra la COVID-19 y que se intensifique el esfuerzo para llegar al menos a 70% de la población mundial. Vacunar a 70% de la población mundial aumentará el nivel de inmunidad en toda la población adolescente y adulta, y disminuirá el número de cuadros graves y de muertes, no solo en quienes presentan un mayor riesgo, sino también a nivel más amplio, en quienes presentan un riesgo bajo. Al mismo tiempo, las actividades de vacunación continuarán reduciendo el número de casos y el nivel de transmisión, y mitigando los riesgos futuros (como el riesgo de aumentos repentinos del número de casos y muertes debido a variantes, así como los efectos de la COVID-19 persistente). La vacunación es la mejor protección disponible contra la enfermedad y la muerte.

Sin embargo, a la hora de mejorar los resultados de salud de un país, no basta con lograr este objetivo mundial de vacunación para la población general, sino que primero se debe lograr una cobertura de la vacunación alta en las personas más vulnerables. Los países deben redoblar sus esfuerzos para vacunar a las personas que aún no han recibido una sola dosis de las vacunas contra la COVID-19. También se deben dedicar más recursos para llegar a las personas en grupos prioritarios de alto riesgo (es decir, personas mayores, personas inmunodeprimidas, embarazadas, trabajadores de salud) y ofrecerles todas las dosis incluidas en el calendario nacional de vacunación (esquema primario y dosis de refuerzo).

Actualmente, hay suficientes dosis de vacunas para alcanzar la meta mundial de cobertura de la vacunación de 70% en la Región de las Américas. Los países deberían evaluar su cobertura de la vacunación periódicamente (por ejemplo, cada 2 a 3 meses) y hacer los ajustes necesarios para abordar los cuellos de botella y mejorar la aceptación de estas vacunas. La OPS continuará promoviendo la distribución y administración equitativas de vacunas a nivel mundial como un componente esencial de la estrategia para poner fin a la fase aguda de la pandemia. Además, los países deben adaptar sus estrategias de comunicación para llegar a las personas que siguen siendo reticentes a las vacunas contra la COVID 19, abordar sus preocupaciones de manera rápida y transparente, y adaptar las intervenciones para promover la demanda de vacunas.

Por último, los países deben avanzar hacia la integración de las operaciones de vacunación contra la COVID-19 en el programa nacional de inmunización, de modo que todo el sistema pueda beneficiarse de los recursos disponibles por la respuesta a la pandemia.