La Resistencia Antimicrobiana está obligando a tratamientos más largos y costosos

resistencia antimicrobiana

La resistencia antimicrobiana como en todo el mundo está en franco aumento  y es un problema médico importante de atención primaria,  tenemos que ir recurriendo a antibióticos más sofisticados y por supuesto mucho más caros, que a su vez implica tratamientos más largos y costosos, afirma el  Dr. Bernardo Bernad Riveros, médico clínico, especializado en medicina interna.  

Dr. Bernardo Bernad Riveros

En el marco del proyecto “Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos”, Paraguay impulsa, entre otras acciones, el establecimiento de alianzas público – privadas que contribuyan al uso responsable de los antimicrobianos. En este sentido, el Dr Bernardo, de amplia experiencia en la medicina privada, aseguró que la prohibición de venta de antibióticos sin receta médica fue una medida acertada por parte del Ministerio de Salud (MSPyBS).  En la entrevista relata su experiencia en el campo de la atención primaria.

¿Cómo está presente la resistencia antimicrobiana en su trabajo diario en la atención de sus pacientes?

La resistencia antimicrobiana como en todo el mundo está en franco aumento  y es un problema médico importante de atención primaria. Es decir, desde la atención primaria ya es el problema y más aún en los pacientes internados. Tenemos una variedad inmensa de gérmenes comunes que causan infecciones cotidianas y se están volviendo muy resistentes a los antibióticos.  Uno de los clásicos ejemplos es el germen estafilococo dorado, el antibiótico usado para combatir a este germen es la penicilina que actualmente tiene más del 50% de resistencia. Prácticamente ya no sirve para nada, hay que buscar cada vez antibióticos más seleccionados. 

La resistencia se debe  a que usan antibióticos inadecuados para tratar infecciones muy frecuentes como las infecciones de la piel y enfermedades como la  septicemia y osteomielitis. Entonces el germen se ha vuelto resistente a los antibióticos de uso común. Otro ejemplo clásico también es la ciprofloxacina que masivamente se usa en cualquier tipo de infección. Por lo tanto la  ciprofloxacina es un antibiótico muy útil  que se está volviendo prácticamente muy limitado su uso. Entonces tenemos que ir recurriendo a antibióticos más sofisticados y por supuesto mucho más caros, que a su vez implica tratamientos más largos y costosos.

¿Qué acciones deberíamos tomar como ciudadanía (padres, madres, educadores, estudiantes, investigadores) para combatir a esta amenaza a la salud que se viene acrecentando? 

Creo que una de las medidas adoptadas de mucha utilidad  fue la prohibición de dar antibióticos sin receta médica, con lo cual la automedicación con el antibiótico, un hábito muy extendido en la población, se limitó bastante. Esa fue una buena medida. Y en el ámbito en que yo trabajo se sigue las recomendaciones internacionales con la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas para combatir la resistencia antimicrobiana. En este sentido se depende muchísimo de laboratorio.

¿Qué avances considera que se dieron en la vigilancia a la resistencia  a los antimicrobianos?

Hay  un avance porque los profesionales están mucho más habituados, en los últimos 5 a 10 años,  a realizarse  rutinariamente estudios de cultivos, especialmente  en los pacientes infectados.  Actualmente se utiliza más la tecnología como  la reacción  en cadena de la polimerasa que ayuda muchísimo a identificar gérmenes. Yo creo que esa tecnología más el hábito de tomar y examinar un paciente, hacer los estudios correspondientes ayudó muchísimo a la selección adecuada de antibióticos.

¿Cuáles son los desafíos que tienen los profesionales ante la resistencia antimicrobiana?

Creo que en el lugar donde me desempeño como profesional se puede trabajar de forma correcta, a pesar de eso con frecuencia recibimos a pacientes con infección urinaria y con tratamiento empírico, pacientes con neumonía y con antibióticos inadecuados por ejemplo. Pese a que se avanzó muchísimo, el problema generalmente es en el área suburbana y rural  donde muchos médicos que en realidad no tienen la tecnología necesaria para investigar e identificar gérmenes o realizar investigaciones virológicas. Por lo tanto tratan mal las infecciones en general. No quiero culpar a los colegas, pero a veces es falta de tecnología apropiada al alcance del médico.  Entonces muchas veces se da el tratamiento con criterio clínico que con frecuencia en este ámbito no es suficiente.

¿Cómo afecta el contexto de pandemia a la vigilancia laboratorial?

La pandemia en realidad afectó transversalmente a todas las enfermedades comunes. En ese sentido se retrasaron las consultas, el tratamiento,  el diagnóstico. Los sanatorios están saturados por pacientes Covid-19, también lo están los laboratorios y esto retrasan a su vez los estudios. Se retrasan las tomografías porque también están saturadas de Covid-19. Entonces complica en todo sentido, de igual manera se complican las enfermedades cardiovasculares por el retraso que se da en el diagnóstico y tratamiento de infarto por ejemplo y entonces aumenta la mortalidad. También las otras infecciones que son comunes sufren ese mismo retraso, mucha gente tiene miedo de ir al sanatorio, porque dicen que está lleno de Covid-19. Por ejemplo se tiene un paciente y como primera media se le pide test Covid-19  y resulta que tiene una neumonía por causa común, entonces también retrasa el tratamiento y el diagnóstico. 

Recomendaciones para los pacientes:

  • Consultar al  médico ante los síntomas de cualquier infección. Estos síntomas por lo general son: la fiebre, decaimiento, falta de apetito, etc., en el caso del pulmón produce tos, catarro.
  • Evitar automedicarse.

Recomendaciones para profesionales de la salud

  • Tratar siempre de identificar el germen y recetar antibióticos según informe laboratorial.

Contexto global de la Resistencia Antimicrobiana

  • 700 mil personas mueren cada año a causa de la RAM (Fuente: Comisión O´Neil del gobierno del Reino Unido)
  • El 50% de los antibióticos son prescritos, distribuidos o vendidos de manera inapropiada.
  • Los antibióticos se pueden comprar sin prescripción en el 80% de los países de las Américas.
  • Solo 6 de las 50 compañías farmacéuticas principales del mundo producen antimicrobianos

 Resistencia a los antimicrobianos y COVID-19

El proyecto Trabajando junto contra la Resistencia a los Antimicrobianos apoya las acciones de los países encaminadas a reducir los efectos del virus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19.

 La RAM podría aumentar las muertes relacionadas con la COVID-19, ya que algunos pacientes pueden desarrollar infecciones bacterianas secundarias al virus al momento de ser hospitalizados. 

Al mismo tiempo, la pandemia actual de COVID-19 amenaza con debilitar aún más los antimicrobianos, ya que el aumento en su uso puede conducir a infecciones bacterianas más resistentes al tratamiento.

El desafío que imponen las infecciones por microorganismos resistentes a los antimicrobianos podría convertirse en una enorme carga adicional en todos los sistemas de salud, ya sobrepasados en sus capacidades por la respuesta a la COVID-19.

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