Washington DC, 7 de agosto de 2025 (OPS) — En el marco del mes del autocuidado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) organizó el seminario virtual “Autocuidado: promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos para fortalecer la cobertura universal de salud”, con el objetivo de compartir avances en intervenciones de autocuidado en América Latina y el Caribe, intercambiar experiencias y fortalecer mecanismos de colaboración entre actores clave.
El evento fue inaugurado por James Fitzgerald, director del Departamento de Sistemas y Servicios de Salud de la OPS, quien destacó que “el autocuidado no reemplaza al sistema de salud, lo complementa. Nos permite ampliar el acceso, reducir barreras, mejorar la eficiencia y promover la equidad”. También subrayó que estas intervenciones refuerzan los pilares de la atención primaria, como el empoderamiento comunitario y la acción multisectorial, y constituyen una estrategia transformadora para hacer frente a desafíos como la escasez de personal de salud y las desigualdades persistentes.
En la primera presentación técnica, Manjulaa Narasimhan, jefa de la unidad de Salud Sexual y Bienestar a lo largo del curso de vida en la Organización Mundial de la Salud, compartió herramientas clave desarrolladas por la organización para facilitar la implementación de intervenciones de autocuidado. Narasimhan enfatizó que “el autocuidado es un punto de partida fundamental para lograr mejores resultados en salud, reducir la mortalidad y mejorar la eficiencia de los sistemas sanitarios”, y recordó que estas intervenciones pueden ser especialmente relevantes en contextos humanitarios y para poblaciones en situación de vulnerabilidad.
A continuación, Rodolfo Gómez Ponce de León, asesor regional en salud sexual y reproductiva de la OPS, presentó los avances realizados por OPS y OMS en la región. Destacó el desarrollo de perfiles de país, marcos de competencias, experiencias piloto y la validación de buenas prácticas en colaboración con ministerios de salud. También remarcó el trabajo conjunto con 12 países priorizados en la región, así como los compromisos definidos para escalar intervenciones clave como el autotest de embarazo y la autoadministración de anticonceptivos inyectables.
El seminario contó también con un panel moderado por Gabriela Perrotta, investigadora de la Universidad de Buenos Aires, que reunió a representantes de Brasil, Colombia y Uruguay, quienes compartieron sus experiencias sobre cómo están incorporando las intervenciones de autocuidado en sus políticas nacionales de salud sexual y reproductiva. Camila Carloni Gasparro, del Ministerio de Salud de Brasil, presentó avances vinculados a la política nacional de cuidados y la distribución gratuita de pruebas de embarazo y anticonceptivos. Mónica Castro, del Ministerio de Salud de Colombia, destacó el enfoque del cuidado como una responsabilidad colectiva y una capacidad a fortalecer en la comunidad. Finalmente, Leonel Briozzo, viceministro de Salud de Uruguay, compartió cómo el país ha integrado el autocuidado dentro de estrategias nacionales para mejorar la continuidad asistencial y reducir la mortalidad materna.
Sobre el final de la actividad, Carl Massonneau, oficial técnico de salud sexual y reproductiva e investigación de la OMS, invitó a todos los actores involucrados en la región a participar en una encuesta regional abierta, que busca recoger perspectivas y recomendaciones para continuar fortaleciendo la agenda de autocuidado desde un enfoque participativo.
El cierre estuvo a cargo de Suzanne Serruya, jefa de la unidad de Salud de las mujeres, materna, neonatal y reproductiva de la OPS, quien reconoció el compromiso de los países y reafirmó la importancia de seguir generando evidencia, fortaleciendo capacidades y promoviendo el intercambio entre actores clave. “El autocuidado no puede ser visto como una opción aislada; debe integrarse en los sistemas de salud con enfoque de derechos, equidad y calidad”, dijo.
Este seminario forma parte de una serie de acciones impulsadas por la OPS para acelerar la reducción de la mortalidad materna en la región y avanzar hacia sistemas de salud más inclusivos, resilientes y centrados en las personas.
