Las mingas ambientales son una de las estrategias que utiliza el SENEPA para reducir el riesgo de las enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti. Para ello, utiliza como guía el manual de mingas desarrollado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que orienta sobre cómo organizar a la comunidad para el control del vector.
Lourdes Ocampo dice que “hay muchísimos” mosquitos en el barrio y considera que la visita del SENEPA fue “muy importante porque nos enseñan cosas que no sabemos”. Durante el recorrido, los técnicos del Servicio identificaron dentro de la casa un florero de vidrio con agua, un potencial criadero de mosquitos. Tras tratarlo con un químico, aconsejaron a Lourdes llevar la planta a la tierra.
La directora técnica del SENEPA cuenta que los criadores que más encuentran en la capital del país son objetos inservibles, es decir, “productos que pueden ser desechados y las personas no están quitando de sus casas”, como botellas, latas y cubiertas viejas de vehículos.
Para motivar a las personas a deshacerse de los neumáticos en desuso y que sirven de criaderos, durante la minga se desarrolló una “Maratón de cubiertas”, una iniciativa impulsada por la Municipalidad de Asunción para movilizar a los vecinos a deshacerse de ellas, al ser un elemento donde los mosquitos se reproducen con una gran facilidad.
Muñoz espera que las acciones que están realizando con el resto de los actores de gobierno, privados y de la sociedad impacte en una reducción del número de casos de dengue y empodere a la comunidad para mantener su casa, patio y barrio libres de criaderos. “Si bien la epidemia va a venir, necesitamos retrasar lo más posible su inicio y si comienza, necesitamos que no sea de gran magnitud”, indica.
Para enfrentar el dengue la conducta humana juega un rol fundamental, así como las acciones de higiene ambiental en la comunidad.