Caracas, 13 de noviembre de 2025 (OPS/OMS).- Aprovechando la experiencia de más de dos décadas que tiene Brasil en la gestión de centros reguladores de salud para coordinar el flujo de pacientes en la red de servicios sanitarios, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) organizó un encuentro virtual con el centro regulador de Bahía (un estado con 15 millones de habitantes y más de medio millón de metros cuadrados) y autoridades sanitarias venezolanas, de modo que éstas conocieran lo que implica esta figura en un sistema de salud.
Trabajadores del Ministerio del Poder Popular para la Salud, la vicepresidencia sectorial de Ciencia, Tecnología, Ecosocialismo y Salud, el Ipasmé (Instituto de Previsión y Asistencia Social para el personal del Ministerio de Educación) y Pdvsa Salud se encontraron en la sede de la OPS en Caracas (algunos de forma remota) para escuchar la exposición de Rita de Cassia Silva, directora de regulación de acceso del centro estadal de coordinación de Bahía.
Silva explicó que dicha entidad se constituyó en 2008, incluso antes de que existiera una resolución del ministerio de salud que orientara de qué forma se podía constituir un centro coordinador. En el caso de Bahía, existen varias instancias de regulación que están relacionadas al nivel de atención, como la regulación hospitalaria y de urgencias, el Centro estatal de Regulación de Alta Complejidad, la regulación de la atención ambulatoria y la regulación de la atención domiciliaria.
Asimismo existen otras regulaciones vinculadas a programas de salud puntuales como Nefrología y Unidades de Diálisis; estas centrales de regulación reciben la demanda en salud y van organizando la respuesta bajo un enfoque clínico a través de los médicos reguladores que están al servicio de estos centros las 24 horas del día.
De su experiencia de casi nueve años trabajando en este centro coordinador, Silva destacó sobre todo la importancia de contar con un buen diagnóstico de la red de salud: saber los centros disponibles y que cada uno de ellos cuente con una cédula hospitalaria que detalle qué servicios ofrece, personal que allí labora, número de camas, infraestructura y espacios, entre otros.
También es fundamental tener un buen sistema informático para recabar toda la información que gestiona un centro coordinador. En el caso de Bahía se manejan 34 mil solicitudes mensuales (casi una por minuto) y se utiliza el SUREM (Sistema de Regulación de Emergencias y Urgencias), el cual tiene 20 años de existencia pero se actualiza de forma permanente.
Replicar la experiencia en Venezuela
Armando De Negri, representante de la OPS en Venezuela, agradeció tanto al centro regulador de Bahía como a todas las autoridades sanitarias que estuvieron presentes en esta reunión. Explicó que en el país existe el interés por crear esta figura de los centros coordinadores, y que existen algunos antecedentes en escalas menores: “Existe el consenso para avanzar en este sentido y se hará un primer centro coordinador en el estado Miranda”, afirmó.
Para él, estos centros coordinadores son un desafío que tiene el país para coordinar el flujo de pacientes en la red de servicios: “En nuestros países la demanda es superior a la oferta, y por eso los centros coordinadores deben gestionar los tiempos de espera, y hacerlo con una gestión clínica de los casos”.
De Negri ve al centro coordinador como el cerebro de un sistema de salud (y al mismo tiempo un observador del mismo, pues permite identificar las necesidades sanitarias de la población y los servicios que tienen mayor demanda), y cuando se opera sin esa estructura se carece de una totalidad sistémica y se producirán muchos problemas que perjudicarán al paciente.
Los asistentes quedaron muy satisfechos con la reunión y se acordó realizar otras en donde se aborden los aspectos tecnológicos de un centro coordinador, así como conocer otras experiencias en otros estados brasileños, pues en Brasil cada estado cuenta con un centro coordinador.
