Ginebra / Montevideo, 18 de noviembre de 2025 — Uruguay participa en la 11ª Conferencia de las Partes (COP11) del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), que reúne esta semana a 183 Estados Parte, autoridades sanitarias, organismos internacionales y sociedad civil.
La delegación uruguaya, encabezada por la ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, abrió la conferencia reafirmando la prioridad nacional de proteger a las nuevas generaciones frente a los productos de nicotina y las estrategias de la industria para posicionarlos como alternativas inocuas.
“Nuestro deber es no retroceder un centímetro y continuar en la senda del cuidado”, señaló Lustemberg durante la sesión plenaria, al destacar que el país “retoma la senda de vanguardia internacional en materia de control del tabaco”.
Uruguay: un líder global reconocido por la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado repetidamente a Uruguay como uno de los países más avanzados en control del tabaco, gracias a:
- Medidas pioneras y altamente estrictas.
- Reducciones sostenidas en las tasas de tabaquismo.
- El histórico triunfo contra Philip Morris, que fortaleció los estándares regulatorios mundiales.
Estas acciones reafirman la coherencia del país con el CMCT y contribuyen directamente a disminuir futuras cargas sanitarias, sociales y económicas, especialmente entre adolescentes.
Protección de niñas, niños y adolescentes: prioridad en la agenda internacional
Una de las preocupaciones centrales de esta COP11 es el aumento del consumo de productos electrónicos de nicotina en población adolescente. En la mesa ministerial dedicada a este desafío, Uruguay compartió su experiencia basada en el principio precautorio.
La ministra Lustemberg recordó que el país restableció este año la prohibición plena de todos los dispositivos electrónicos de fumar, lo que ha permitido mantener estable su uso entre adolescentes, a diferencia de las tendencias globales.
Subrayó la importancia de “blindar los avances, impedir la interferencia de la industria, prohibir los productos que alimentan nuevas adicciones y aplicar un enfoque de derechos para proteger a niñas, niños y adolescentes”.
El tabaco como amenaza ambiental: un enfoque de salud planetaria
En el Diálogo Estratégico sobre salud planetaria, la ministra presentó la dimensión ambiental del tabaco, señalando el impacto de toda su cadena de producción: deforestación, degradación de suelos, consumo intensivo de agua y contaminación por residuos.
“El tabaco enferma a las personas, pero también enferma al planeta. No podemos permitir que nuevas formas de consumo abran otra puerta a la adicción y a la contaminación”, afirmó.
Lustemberg advirtió que los cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado constituyen una nueva generación de residuos electrónicos, con baterías, metales y componentes no biodegradables que agravan la crisis ambiental.
Debates clave de esta COP11
Durante la conferencia, los Estados Parte analizarán posibles lineamientos regulatorios sobre:
- Manejo de residuos generados por la industria del tabaco.
- Opciones como prohibir filtros, plásticos de un solo uso y ciertos componentes tóxicos.
- Clasificación de los residuos de productos de tabaco como residuos peligrosos.
- Medidas para frenar la expansión de los dispositivos electrónicos.
La ministra destacó que “la protección de la salud y del ambiente requiere coherencia entre agendas globales” y que Uruguay mantendrá su compromiso con políticas basadas en evidencia y en la defensa de derechos.
Durante su intervención, Lustemberg recordó la trayectoria del país en esta agenda, incluida la defensa del interés público liderada por el expresidente Tabaré Vázquez, y el papel crucial de la cooperación internacional y de la sociedad civil.
“La historia nos mira y nos pide actuar con la misma valentía que tuvieron quienes firmaron este tratado. Invertir en control del tabaco es invertir en un futuro sostenible, saludable y justo”, expresó.
La ministra instó además a dar protagonismo real a las y los jóvenes, señalando que “no deben ser invitados decorativos, sino actores que decidan sobre el futuro que heredarán”.
