Durante la última década, la salud del recién nacido ha cobrado creciente relevancia en la agenda pública. Esto, sumado a la evidencia acumulada en torno las implicancias de las condiciones tempranas a lo largo del curso de vida y a la disponibilidad de intervenciones específicas orientadas a reducir las principales causas de muerte en los recién nacidos y promover un adecuado cuidado, sustentan la necesidad de focalizar la mirada en el recién nacido y en el periodo perinatal.

Existen aun desafíos importantes a abordar en el periodo neonatal, pero fundamentalmente en el continuo de la atención de las mujeres, el embarazo, el parto y el cuidado del recién nacido:

  • La mortalidad neonatal de causa prevenible, 
  • las condiciones de salud que afectan el capital humano a lo largo del curso de vida y el capital social, 
  • las importantes desigualdades.

A partir del reconocimiento de estos desafíos, las estrategias y planes de acción en implementación desarrollan líneas de acción e intervenciones orientadas a su abordaje.

Hoja informativa

Estrategias y planes de acción para el recién nacido

La Estrategia y el plan de acción regionales sobre la salud del recién nacido en el contexto del proceso continuo de la atención de la madre, del recién nacido y del niño  se orientó a promover entornos propicios para la salud neonatal en términos de políticas, la planificación y el fortalecimiento de sistemas de salud, la mejora de la calidad de atención e implementación de intervenciones basadas en la evidencia, el fortalecimiento de abordaje en la comunidad y el monitoreo y evaluación en los países de la región de las Américas. La Estrategia y plan de acción fueron evaluados y aprobados en el año 2016.

Las recomendaciones finales de este marco se orientaron a dar seguimiento a las líneas estratégicas, según los lineamientos establecidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Estrategia mundial de salud de las mujeres, niños y adolescentes y el plan de acción “Todos los Recién Nacidos”.

El plan de acción Todos los Recién Nacidos (ENAP, por sus siglas del inglés) se elaboró en respuesta a la demanda de los países. La iniciativa establece una perspectiva clara sobre cómo mejorar la salud de los recién nacidos y prevenir las muertes fetales de aquí a 2035. Al apoyar el liderazgo de los gobiernos y ofrecer orientaciones para fortalecer los componentes de salud del recién nacido en los planes y estrategias del sector de la salud, en especial los relativos a la salud reproductiva, materna e infantil, este plan impulsa la Estrategia Mundial de Salud de las Mujeres y los Niños del Secretario General de las Naciones Unidas y el movimiento Todas las mujeres, todos los niños.

El plan Todos los Recién Nacidos exhorta a todas las partes interesadas a adoptar medidas específicas para mejorar la calidad y el acceso a la atención de salud de las mujeres y los recién nacidos en el marco del proceso asistencial continuo. En un trabajo conjunto se espera: 1) Fortalecer, mediante inversiones, la atención durante el momento crucial del parto, el nacimiento, el primer día y la primera semana de vida. 2) Mejorar la calidad de la atención materna y del recién nacido. 3) Llegar a todas las mujeres y todos los recién nacidos para reducir las desigualdades. 4) Aprovechar la influencia de los padres y las madres, las familias y las comunidades para el cambio. 5) Contabilizar a todos los recién nacidos: mejorar la medición y la rendición de cuentas, incluidos los registros de nacimientos y defunciones.

Más recientemente, en el contexto mundial, otras iniciativas y estrategias enfatizan la necesidad de focalizar acciones en torno a la salud del recién nacido reconociendo que constituye parte de la agenda inconclusa de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en materia de la salud de la mujer y los niños.

Respuesta de la OPS

La OPS a través de su Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP) desarrolla y promueve actividades de cooperación técnica en el área perinatal, tanto en los países como entre ellos, para generar evidencias útiles en la toma de decisiones y para diseñar estrategias de diseminación de tales evidencias.

Entre otras acciones, se fomenta la elaboración y difusión de guías en base a la evidencia, estrategias de capacitación de capacitadores, instrumentos específicos para la valoración de recién nacidos y abordajes para el análisis de datos en la toma de decisiones.