Seguridad de Vacunas


La prioridad estratégica de la Agenda de Inmunización 2030 es la elaboración de programas de inmunización para la atención primaria de salud y la cobertura universal de salud.

El cumplimiento de esta meta exige, entre otras actividades, enfocarse en el monitoreo de la seguridad de las vacunas y de la vacunación, con el fin de garantizar la disponibilidad de una cadena de suministro de vacunas e insumos de calidad y con efectividad elevada, que se articulen en un sistema de prestación de servicios con base en la atención primaria.

En la Región de las Américas, las vacunas han alcanzado niveles de aceptación y confianza bastante altas, en comparación con otras zonas del mundo, como una intervención muy efectiva para la reducción de la frecuencia e impacto de muchas enfermedades infecciosas. Sin embargo, el público general ha manifestado más dudas respecto a la seguridad de las vacunas que en su efectividad.

En el contexto actual de la emergencia por la pandemia de COVID-19, en la que se ha requerido el rápido despliegue de nuevas vacunas, bajo esquemas de autorización de emergencia, es mucho más importante el énfasis que se hace a las actividades que garanticen la seguridad de las vacunas, incluyendo de manera muy relevante, la vigilancia de los Eventos Supuestamente Atribuibles a la Vacunación o Inmunización (ESAVI).

El sistema de vacunación segura está constituido por varios componentes que deben interactuar de manera permanente y por actividades desarrolladas de forma simultánea por diferentes instituciones en todos los países.

Vacunación Segura: Un trabajo interinstitucional

Datos clave
Todos los países de la Región de las Américas disponen de sistemas nacionales de vigilancia de ESAVI, con distintos niveles de madurez que dependen de una variedad de actores dentro del sistema de salud.
 
En la mayoría de los países de la Región, específicamente en 17 países (48,6%), el programa nacional de inmunización (PNI) es el responsable de notificar los datos de ESAVI; en nueve países (25,7%), se notifican los ESAVI conjuntamente entre el PNI y la autoridad regulatoria nacional (ARN) y en solo tres países (8,6%) la responsabilidad es solo de la ARN. Seis países (17,1%) de la Región han designado a una institución diferente a la ARN o el PNI para el informe de estos datos. 
 
El monitoreo de eventos adversos posterior a la administración de las vacunas, genera principalmente información útil sobre eventos adversos raros y muy raros, y sobre riesgos relacionados con la calidad y problemas en la manipulación de las vacunas. Dicha información es usada para minimizar su recurrencia e impacto en la salud de la población. 
 
Generar información confiable de ESAVI, permite responder objetiva y oportunamente a las preguntas del público general y a las interrogantes de las autoridades nacionales sobre el uso de las vacunas.