Pandemia COVID-19 y la respuesta en Cuba

Reunión OPS MINSAP

El 31 de diciembre de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conoció sobre varios casos de neumonía en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China. Una semana después, el 7 de enero de 2020, las autoridades de ese país asiático confirmaron que un nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) era el responsable de la infección respiratoria, que poco tiempo después se denominó COVID-19.

Desde el primer momento, la OMS, y su Oficina Regional para las Américas: Organización Panamericana para la Salud (OPS), han estado trabajando con las autoridades de los diferentes países afectados, y con expertos mundiales, para obtener más información sobre el virus, controlar la propagación, garantizar su detección mediante pruebas de laboratorios, ayudar en el cuidado de pacientes y fortalecer la educación de las personas con vistas a la prevención de la enfermedad.

Teniendo en cuenta la evolución del brote a nivel global, así como la expectativa de que en las próximas semanas aumente el número de casos, víctimas mortales y países afectados, el pasado 11 de marzo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, declaró una pandemia. No obstante, advirtió: “El hecho de describir la situación como una pandemia no cambia la evaluación de la OMS de la amenaza que representa este virus. No cambia lo que la OMS está haciendo, ni tampoco lo que los países deben hacer”.

“Incluso en los países donde hay transmisión comunitaria o grandes grupos de casos, se puede dar la vuelta a la situación creada por este virus. Varios países han demostrado que es posible suprimir y controlar este virus”; añadió el Dr. Ghebreyesus en su alocución.

Por su parte, la Dra. Carissa F. Etienne, Directora de OPS, aclaró: “Es importante notar que la pandemia se refiere a la distribución geográfica de una enfermedad y no a su gravedad. La denominación reconoce que ahora hay brotes de la COVID-19 en múltiples países y regiones del mundo”.

Plan Nacional de Enfrentamiento

Recientemente, el plan de acciones nacional entró en una nueva fase al confirmarse los primeros casos de COVID-19 en el país: tres turistas italianos que dieron positivo al nuevo coronavirus en exámenes efectuados por el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), a los cuales se sumaron, pocos días después, un cubano radicado en la provincia de Villa Clara y otro en la capital. Ante las primeras confirmaciones, el Dr. Francisco Durán, Director de Epidemiología, compareció en los medios de comunicación para comentar a la población detalles relacionados con la identificación y el seguimiento de esos casos.

El uso de los medios para explicar a la ciudadanía las medidas a adoptar y la evolución global de la epidemia ha sido una práctica sistemática en las últimas semanas. La presencia del Dr. Durán en diferentes espacios informativos, y de otros funcionarios del Gobierno cubano y el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), liderados por el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel y el Ministro del ramo, Dr. Jose Ángel Portal Miranda, ha sido fundamental para garantizar la organización y participación social.  

Como parte del plan, la dirección del MINSAP también ha realizado recorridos por el territorio nacional para revisar las instituciones de salud designadas a la atención de personas infectadas o con riesgo, y verificar el alistamiento de otros sectores, incluidos turismo e inmigración y aduanas. Asimismo, se ha reforzado la vigilancia a viajeros y al comportamiento de las Infecciones Respiratorias Agudas; se ha dado seguimiento diario a la situación de colaboradores cubanos en otras naciones y comenzó la producción industrial de nasobucos para uso en el país.

Un elemento a resaltar entre las acciones impulsadas, por la utilidad que puede tener para ayudar a las personas a mantenerse actualizadas y protegerse, es la confección de una aplicación para celulares sobre coronavirus; realizada en muy breve tiempo y que puede descargarse en el portal de la Red de Salud de Cuba (INFOMED). Más información sobre este producto es posible encontrarla en este enlace

Cooperación técnica de OPS/OMS

Al igual que en otros países de las Américas, en Cuba la Representación de OPS/OMS ha acompañado la preparación de la respuesta al COVID-19. A partir de lo establecido por la OMS para enfrentar la epidemia, se organizó un Equipo de Gestión de Incidentes cuya coordinación forma parte del Grupo de Trabajo Temporal intersectorial organizado en la isla ante la emergencia, así como del Grupo Técnico Nacional que diariamente se reúne para ofrecer seguimiento al plan de acciones elaborado con el fin de prevenir y controlar cualquier situación de contagio y transmisión.

Dos miembros de ese Equipo de Gestión, la Dra. Susana Borroto y el Dr. Duniesky Cintra, tuvieron la oportunidad de visitar una de las instalaciones previstas en el país para el aislamiento y la vigilancia de personas con riesgo de haber adquirido el virus: el Hospital Sucre, ubicado en un municipio semirural de la provincia Matanzas, donde pudieron verificar el alistamiento del lugar e intercambiar con su personal. Asimsimo, OPS/OMS ha entregado trajes de protección para el sector sanitario y ha contribuido con la instalación de la capacidad de diagnóstico en varios laboratorios de la isla, a partir de la gestión de los reactivos necesarios para ello.  

La capacitación es otra esfera donde no se ha hecho esperar la ayuda de esta agencia de salud interamericana. Especialistas nacionales han participado en sesiones virtuales de preparación con asesores y expertos de la Región, mientras que la Dra. Borroto, consultora de OPS/OMS en Cuba, ha participado en varios de los cursos desarrollados para trabajadores de la salud y otros ámbitos. 

Unido a todo lo anterior, la labor de coordinación ha sido constante con el fin de movilizar cooperación. Muestra de ello son las reuniones que han tenido lugar en la casa de OPS/OMS en La Habana con la participación de la Sra. Consuelo Vidal, Coordinadora Residente del Sistema de Naciones, y representantes de las principales agencias de este sistema radicadas en Cuba. Tales espacios han sido propicios para reconocer la experiencia cubana frente a emergencias en salud y para articular acciones de apoyo interagenciales.