Liderazgo y más solidaridad son clave para afrontar la COVID-19 y futuros retos en salud, afirma directora de OPS ante Academia vaticana

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Roma, 27 de septiembre (OPS) - En un discurso dirigido a la Academia Pontificia para la Vida 2021, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), doctora Carissa F. Etienne, subrayó cómo las debilidades prepandémicas impulsaron la propagación de la COVID-19 en las Américas e hizo hincapié en la necesidad de un mayor liderazgo y solidaridad hacia el objetivo de la salud universal que "no deja a nadie atrás".

La doctora Etienne pronunció su discurso en un taller celebrado el lunes durante la Asamblea de la Pontificia Academia para la Vida, que se desarrolla virtualmente del 27 al 29 de septiembre. El evento, dirigido por el Vaticano, reunió a académicos y expertos para debatir el reto que supone la pandemia para alcanzar una distribución más equitativa de la asistencia sanitaria en todo el mundo, bajo el tema "La salud pública en perspectiva global. Pandemia, bioética, futuro".


Los retos a los que se han enfrentado todos nuestros países a la hora de responder a la COVID-19 son consecuencia de la persistencia de la desigualdad y la injusticia social, de las deficiencias estructurales a largo plazo en el sector de la salud, de años de atención e inversión pública inadecuadas en salud, y de la falta de preparación y liderazgo", sostuvo la doctora Etienne en su intervención en el taller.


Para subsanar las deficiencias de salud expuestas y magnificadas por la COVID-19 sería necesario "un cambio importante en la forma de concebir la salud y el bienestar", prosiguió, para "que el acceso universal a la salud se convierta en un requisito previo para la seguridad sanitaria y el desarrollo nacionales y mundiales".

La Directora de la OPS pidió el compromiso de todos los países y partes interesadas, incluidos los líderes religiosos y sus comunidades, para lograr los objetivos de acceso y cobertura universal a la atención y a la salud, y el "derecho a acceder a servicios de salud completos, de calidad e integrados, sin incurrir en dificultades económicas".

Llamó la atención sobre el bajo gasto en salud pública en los países de las Américas -que se sitúa en un promedio del 3,7% del PIB, muy por debajo del 6% del PIB, el mínimo recomendado por la OPS- y destacó la necesidad de invertir en la atención primaria de salud, "donde se puede atender con éxito el 70% de las necesidades de salud de la población".

Estas deficiencias y desigualdades han exacerbado los efectos de la pandemia, afirmó la doctora Etienne, y como resultado la región se ha visto desproporcionadamente afectada por la COVID-19, al contar con el 46% de todas las muertes a nivel mundial.

La doctora Etienne destacó un camino hacia la recuperación que incluye una acción concertada para mantener la capacidad de los sistemas y servicios de salud para hacer frente a la COVID-19, al tiempo que se abordan otras necesidades sanitarias prioritarias, y para garantizar un acceso más equitativo a vacunas seguras y eficaces.

"Un promedio del 30% de la población de la región está totalmente vacunada contra la COVID-19", afirmó la doctora Etienne, "pero este promedio oculta la disparidad en la cobertura, ya que algunos países han alcanzado el 70% de cobertura, mientras que otros están por debajo del 10%, y tres países de la región están todavía en un solo dígito".

Las vacunas COVID-19 deben ponerse a disposición de las naciones menos favorecidas, reiteró la Directora de la OPS, "y los mecanismos solidarios como COVAX deben ser apoyados no sólo con ofertas de financiación por parte de los países, sino con compromisos concretos y sostenidos."