Montevideo.- Entre el 24 al 26 de junio, la Oficina de la OPS en Uruguay recibió la visita de la Dra. Piumee Bandara, Consultora del Departamento de Salud Mental, Salud Cerebral y Consumo de Sustancias de OMS, en el marco del proyecto Fortaleciendo la prevención del suicidio en Uruguay.
La Dra. Bandara ha apoyado a distintos países en el desarrollo de Estrategias Nacionales de prevención del suicidio con abordaje intersectorial, que permitan elevar la prioridad de este desafío al más alto nivel, involucrando a los distintos sectores de la política pública desde un enfoque de determinantes sociales.
Cuenta con experiencia de investigación en epidemiología, etiología del suicidio e impacto de la violencia de género, así como en la implementación de intervenciones basadas en evidencia a partir de las recomendaciones de la Guía Vivir la Vida de OPS/OMS.
En su visita a Uruguay, la Dra. Bandara sostuvo reuniones de intercambio con referentes del Ministerio de Salud Pública sobre gobernanza intersectorial para la prevención del suicidio, fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica del suicidio y de los intentos de autoeliminación, abordaje de la prevención del suicidio en los Planes Departamentales de Salud Mental a nivel nacional, y el diseño de un marco de monitoreo y evaluación (M&E) para la nueva Estrategia Nacional de Prevención del Suicidio 2026-2030. Adicionalmente, sostuvo una visita al Centro de Salud Dr. Antonio Giordano de la Red de Atención Primaria Metropolitana de ASSE para conocer el abordaje de la salud mental y de las personas con riesgo de suicidio en el Primer Nivel de atención, además de intercambiar sobre los desafíos del abordaje de la prevención desde un enfoque centrado en las personas.
1- ¿Cuál es el cometido de su viaje a Uruguay?
El motivo de mi visita a Uruguay fue brindar apoyo técnico en materia de prevención del suicidio. Durante los últimos tres años, mi función ha sido brindar dicho apoyo en el desarrollo de Estrategias Nacionales para la prevención del suicidio y el seguimiento y evaluación de las mismas. Uruguay se encuentra en un momento crucial en el desarrollo de la nueva Estrategia Nacional. Por lo tanto, era oportuno venir a Uruguay para brindar ese apoyo.
2- ¿Cuáles son hoy los principales desafíos globales en materia de prevención del suicidio, y cómo se prioriza esta agenda dentro de la OMS?
Creo que la prevención del suicidio es un tema históricamente descuidado. Sabemos que incluso la salud mental apenas está cobrando impulso, y con ello, la prevención del suicidio también está recibiendo más atención. Históricamente, un gran desafío ha sido priorizar la prevención del suicidio en la salud pública y en los presupuestos.
Otro desafío a nivel mundial es la vigilancia del suicidio. Debido al estigma asociado a este evento, también existe un problema de subregistro. La calidad de los datos a nivel mundial es un gran desafío para la prevención del suicidio. Sin comprender la magnitud, también nos resulta difícil priorizar. Por lo tanto, una prioridad clave para la OMS está en fortalecer la vigilancia del suicidio y las autolesiones. Para esto, la OMS ha elaborado guías y manuales de capacitación específicos sobre el fortalecimiento de la vigilancia.
Para revitalizar la priorización de la prevención del suicidio también hemos desarrollado material para apoyar el desarrollo de Estrategias Nacionales de prevención del suicidio. Para apoyar a los gobiernos en la implementación de intervenciones para la prevención del suicidio, la OMS ha producido la iniciativa “Vivir la vida”, que incluye una guía de implementación, que integra cuatro intervenciones efectivas basadas en evidencia y seis pilares transversales para apoyar a los responsables de las políticas, a nivel nacional, pero también a nivel de gobierno local, para implementar actividades de prevención del suicidio.
3- ¿Qué intervenciones han demostrado mayor efectividad en la prevención del suicidio y podría ser adaptadas por países como Uruguay?
La OMS recomienda cuatro intervenciones claves basadas en evidencia para la prevención del suicidio. Una de ellas consiste en limitar el acceso a los medios de suicidio, lo que incluye, por ejemplo, la identificación de algunos de los métodos más letales en algunos países, como un pesticida altamente peligroso. También se pueden instalar barreras en lugares donde se sabe que ocurren suicidios, como en los puentes, o restringir el uso de armas de fuego. En el contexto de Uruguay, las armas de fuego se han identificado como un problema clave en el país. Por lo tanto, considerar la restricción del acceso para el uso de armas de fuego es una opción viable.
Otra intervención clave y eficaz para la prevención del suicidio es trabajar con los medios de comunicación para promover la cobertura responsable de suicidios y autolesiones. Esto implica desarrollar directrices y estándares para una cobertura responsable, y garantizar que no solo se brinde orientación sobre qué no informar, sino también promover historias de recuperación, esperanza y superación de una crisis suicida.
La tercera intervención recomendada se centra en el fomento integral de habilidades socioemocionales para la vida entre los jóvenes. Esto funciona, por ejemplo, en escuelas u otros entornos donde se reúnen jóvenes, enfocándose en desarrollar resiliencia y habilidades para la resolución de problemas.
La cuarta intervención se centra en la respuesta del sector salud, en la identificación de pensamientos y comportamientos suicidas, y en brindar la evaluación, gestión y seguimiento necesario a todas las personas afectadas por el suicidio, incluyendo también a quienes han sufrido un duelo.
4- Uno de los desafíos en prevención del suicidio es el abordaje intersectorial, ¿cómo potenciar este abordaje y que experiencias han tenido éxito en otros países?
Es una muy buena pregunta. Es un componente realmente complejo de la prevención del suicidio, ya que sabemos que el suicidio es un problema multifactorial y que se ve influenciado por diversos factores de riesgo sociales que afectan a diversos sectores. Por lo tanto, es fundamental priorizar su implementación. Un ejemplo muy eficaz es el de Japón. En Japón, se estableció, a nivel de primer ministro, un gabinete interministerial que involucraba a diversos sectores y que reportaba directamente al primer ministro, y que se extendía a los niveles locales. Por lo tanto, no solo contaban con un marco nacional, sino que también tenían el mandato de que los gobiernos locales se integraran en él. La idea era brindar una respuesta integral y multisectorial, de modo que todos asumieran la responsabilidad del suicidio y su prevención.
5- ¿Por qué es importante hablar de suicidio con responsabilidad, y cómo puede hacerlo una persona sin formación profesional?
El lenguaje que usamos en torno al suicidio puede ser muy estigmatizante, por lo que es fundamental que seamos cuidadosos al hablar de él, pero también que no temamos hablar de él. Algunos términos que pueden ser dañinos incluyen expresiones como "cometió suicidio" o "suicidio consumado", ya que implican cierto nivel de criminalidad en el acto. Por otro lado, es fundamental que no temamos hablar de suicidio. Animo a todos a abordar este tema con compasión y empatía, a no tener miedo de preguntar si alguien tiene pensamientos suicidas, si expresa pensamientos que puedan indicarlo.
