Los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias (TMNS) constituyen el 14% de la carga de enfermedad a nivel mundial. Entre 75–90% de las personas con TMNS no recibe el tratamiento necesario a pesar de que existe un tratamiento efectivo, esto representa la brecha en salud mental.  

El Programa de acción para superar las brechas en salud mental (mhGAP por sus siglas en inglés) tiene por objetivo atender las necesidades no satisfechas de las personas con TMNS en servicios de salud no especializados.  

Los problemas de salud mental comunes pueden ser manejados desde la atención primaria. La integración de la salud mental es una estrategia clave que los países deben de incluir en sus programas de salud mental. 

Esta estrategia apuesta por un nuevo modelo de salud mental integral e integrado, accesible y de calidad, desde un enfoque de redes de servicios de salud, facilitado por la coordinación y referencia, el monitoreo y el apoyo desde el nivel especializado.

Datos clave
  • Entre 75–90% de las personas con trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias (TMNS) no recibe el tratamiento necesario a pesar de que existe un tratamiento efectivo, esto representa la brecha en salud mental. 
  • La brecha de tratamiento estimada para la esquizofrenia en la Región de las Américas es del 72%.
  • Los TMNS representan más de un tercio del total de años vividos con discapacidad (AVD) y un quinto de los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) en la Región de las Américas. 
  • El consumo de alcohol es también prevalente en la Región, con un 8,2% de la población mayor de 15 años con trastornos por consumo de alcohol.
  • Cada año se registran 93.337 muertes por suicidio en la Región, lo que representa una tasa de 9,0 por 100.000 habitantes, con variaciones significativas entre los países y las subregiones de las Américas. La tasa regional de suicidio ha aumentado un 17% desde el año 2000. 
  • El gasto público mediano en salud mental en toda la Región es apenas un 3% del presupuesto de salud, y más del 43% de este dinero se destina a hospitales psiquiátricos, mientras que los servicios de base comunitaria reciben insuficiente financiación.
  • Solo hay una mediana de 14,9 trabajadores de salud mental por cada 100.000 habitantes en la Región, lo que revela la necesidad de incrementar el número de profesionales de salud capacitados para mejorar la provisión de servicios. 

 

Hoja informativa

El abordaje de la salud mental en atención primaria se basa en un enfoque comunitario que pone el énfasis en la promoción, la prevención, la participación social, la organización de servicios de salud, el enlace con otros servicios y la recuperación de las personas en su entorno. Propone una transición de la reclusión de las personas con problemas mentales en hospitales psiquiátricos, hacia una atención digna y de calidad en la comunidad. Esto es a lo que hace referencia al proceso de desinstitucionalización.

La atención orientada a la recuperación hace hincapié en el empoderamiento de las personas para que controlen sus propias vidas. Implica apoyar a las personas para que encuentren esperanza, desarrollen autoestima y resiliencia, establezcan relaciones saludables, recuperen la independencia y vivan una vida que tenga significado para ellas. 

Principios transversales para la integración de salud mental en atención primaria.  

 

Cobertura sanitaria universal:  promoviendo así que todas las personas tengan acceso a servicios de salud que necesitan, sin que uso las exponga al riesgo de dificultades financieras.  

 

Derechos humanos:  para promover los derechos y defender la dignidad de las personas con problemas de salud mental.

 

Prácticas basadas en la evidencia científica.  

 

Enfoque de curso de la vida y centrado en las personas. 

 

Enfoque multisectorial:  en alianza entre los sectores de la salud, la educación, la protección, la justicia y el sector privado entre otros.  

 

Empoderamiento de las personas con trastornos mentales y discapacidades psicosociales a través de su inclusión en la toma de decisiones sobre la atención y los servicios. 

Respuesta de la OPS

La OPS comenzó su apoyo a los países de la región para la integración de salud mental en atención primaria en el año 2010 con una capacitación y proyecto piloto en Panamá. Desde entonces viene acompañando a los países para que cuenten con profesionales de salud no especializados con las competencias necesarias para que atiendan los problemas de salud mental en atención primaria y con personal especializado con las competencias para capacitar y supervisar al personal no especializado.  

Desde el año 2019 la cooperación técnica de la OPS se ha focalizado en acompañar a los países para que desarrollen  planes operativos de implementación de la estrategia de mhGAP y una hoja de ruta que la facilite. Los pasos esenciales son:

PLANIFICACIÓN  

  • Creación de un equipo operativo del mhGAP con actores clave.  
  • Realización de un análisis situacional sobre la prevalencia y carga de los problemas de salud mental, la capacidad de servicios y de personal disponibles y brecha de tratamiento.  
  • Desarrollo un plan operativo que incluya todas las acciones a realizar, con personas responsables y financiamiento asignado.  

PREPARACIÓN  

  • Adaptación de los diferentes componentes del paquete mhGAP al contexto sociocultural local.  
  • Realización de un plan de capacitaciones a proveedores de salud que incluya materiales, personas a capacitar, logística y modalidad.  
  • Plan para supervisión clínica que incluya modalidad y herramientas. 
  • Creación de un sistema de monitoreo con indicadores, herramientas, responsables y frecuencia.  
  • Fortalecimiento de los sistemas de referencia y contra referencia entre los diferentes niveles de atención de salud y entre sectores.  
  • Mejoramiento en el acceso a tratamiento psicofarmacológico e intervenciones psicológicas  

PROVISIÓN  

  • Prestación de servicios de salud mental en los establecimientos de atención primaria. 
  • Apoyo en la promoción y la prevención  
  • Acciones de sensibilización sobre salud mental tanto para personal de salud, tomadores de decisiones como para las comunidades.