Recursos para manejar la información falsa sobre las vacunas
Obtenga respuestas a los mitos más comunes sobre la inmunización y las vacunas.
Mito: Las vacunas causan autismo.
Explicación
No hay estudios detallados que demuestren una relación entre ninguna vacuna y el autismo o los trastornos del espectro autista. Esta información errónea proviene de un estudio que ya ha sido refutado de manera concluyente y eliminado de la revista en la que se publicó. Desde entonces, cientos de estudios bien diseñados han confirmado que no existe riesgo de desarrollar autismo por la vacunación.
Algunas personas siguen difundiendo esta información errónea porque les beneficia: pueden estar ganando dinero vendiendo o promocionando productos destinados a «reemplazar» las vacunas o pueden estar buscando aumentar su participación en línea. Otras personas sienten que no pueden confiar en los científicos, médicos y autoridades que coinciden de manera abrumadora en que las vacunas no causan autismo.
Recuerde: ¡No existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo!
Mito: Administrar demasiadas vacunas a la vez puede sobrecargar el sistema inmunológico; es mejor espaciar las vacunas.
Explicación
Se ha demostrado que recibir más de una vacuna al mismo tiempo no tiene ningún efecto negativo en las defensas del organismo contra las infecciones. Piensa en la cantidad de patógenos (gérmenes) con los que interactuamos cada día: ¡nuestros sistemas inmunológicos están diseñados para enfrentar a mucho!
Además, el esquema de vacunación ha sido cuidadosamente planificado por científicos y médicos para garantizar que cada persona obtenga la máxima protección de las vacunas antes de que corra mayor riesgo de contraer enfermedades. Por ejemplo, los bebés reciben su primera vacuna contra el tétanos, la difteria y la tos ferina justo cuando desaparece la protección que les proporcionan los anticuerpos de sus madres antes de nacer. No seguir el calendario de vacunación recomendado puede poner a los niños en riesgo de sufrir enfermedades peligrosas.
Recibir varias vacunas al mismo tiempo también tiene muchas ventajas: menos visitas a la clínica; más oportunidades de completar las dosis recomendadas a tiempo; y menos inyecciones cuando se utilizan vacunas combinadas, como la triple vírica, que ofrece protección contra las paperas, el sarampión y la rubéola.
Puede hablar con su proveedor de atención médica sobre cómo manejar los efectos secundarios leves comunes de las vacunas, como el dolor en el lugar de la inyección.
Recuerde: ¡Siga el calendario de vacunación recomendado para garantizar la máxima protección contra enfermedades mortales!
Mito: La inmunidad «natural» es mejor que la inmunidad que proporcionan las vacunas.
Explicación
Las vacunas entrenan a nuestros sistemas inmunológicos para combatir las enfermedades sin los posibles efectos nocivos de las propias enfermedades, como enfermarse gravemente, hospitalización, efectos a largo plazo y muerte. Nuestros sistemas inmunológicos producen anticuerpos contra los virus o las bacterias cuando entra en contacto con estos patógenos, ya sea de forma «natural» o tras recibir una vacuna.
La vacunación conlleva un riesgo muy menor, pero contraer una enfermedad prevenible por la vacunación es mucho más arriesgado y puede causar enfermedades graves y la muerte.
Además, permitir que las enfermedades se propaguen podría causar millones de muertes y hacer que aún más personas vivan con los efectos duraderos de estas enfermedades.
Recuerde: Las vacunas enseñan a su cuerpo a combatir las enfermedades sin los graves riesgos que conlleva contraer una enfermedad prevenible por la vacunación.
Mito: No necesitamos vacunas porque las enfermedades que se pueden prevenir con vacunas son muy raras.
Explicación
Debes recibir todas las vacunas recomendadas en tu país. Gracias a la vacunación, muchas enfermedades se han vuelto poco frecuentes o se han eliminado en las Américas. Sin embargo, los virus y las bacterias que las causan siguen circulando en algunas partes del mundo y no respetan las fronteras. Como resultado, pueden infectar a cualquier persona que no esté protegida.
Recuerda: Las enfermedades prevenibles por la vacunación pueden importarse de otros países y causar brotes entre los miembros no vacunados de tu comunidad. Mantén tus vacunas al día para estar protegido.
Mito: No necesito vacunas porque sigo una dieta saludable, tomo vitaminas y hago ejercicio.
Explicación
Las vacunas son la forma más eficaz y menos riesgosa de desarrollar inmunidad contra las enfermedades prevenibles por la vacunación. Aunque una dieta equilibrada y el ejercicio son importantes para mantenerse saludable, no te protegerán de infecciones como la poliomielitis, el sarampión y la tos ferina.
Tomar vitaminas o suplementos tampoco previene la infección por enfermedades prevenibles por la vacunación. Si alguien te dice lo contrario, pregúntate por qué podría estar promoviendo alternativas a la vacunación: ¿obtienen algún beneficio económico de los suplementos o las vitaminas? ¿Buscan aumentar su presencia en línea? Consulta con tu médico o una autoridad sanitaria de confianza si tienes dudas sobre tu salud.
Recuerda: ¡No hay sustituto para la protección que brinda la vacunación!
Mito: Las vacunas contienen ingredientes peligrosos y tóxicos.
Explicación
Aunque los ingredientes que figuran en las etiquetas de las vacunas pueden parecer intimidantes (por ejemplo, mercurio, aluminio y formaldehído), suelen encontrarse de forma natural en el cuerpo, en los alimentos que comemos y en el entorno que nos rodea, por ejemplo, en el atún. Las cantidades presentes en las vacunas son muy pequeñas y no envenenan ni dañan el cuerpo.
Además, las vacunas se someten a rigurosas y largas pruebas científicas, así como a procesos de certificación de la OMS y las agencias reguladoras nacionales para garantizar su seguridad y eficacia.
Recuerda: Las vacunas se someten a pruebas rigurosas para garantizar su seguridad. No envenenarán tu cuerpo.
Mito: Las vacunas permanecen en el cuerpo para siempre y causan efectos nocivos a largo plazo.
Explicación
Nuestro cuerpo procesa y elimina las vacunas en un periodo que varía desde unas pocas horas hasta unas pocas semanas después de la vacunación, dependiendo de la vacuna. Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves y transitorios, como dolor en el lugar de la inyección, fiebre baja, malestar general o sarpullido. Si bien pueden resultar molestos durante un breve periodo, no son graves y significan que el sistema inmunitario está practicando cómo combatirá el virus o la bacteria en caso de exposición.
Recuerda: Existe un riesgo grave de efectos a largo plazo por enfermedades prevenibles por la vacunación, como el sarampión y la poliomielitis. Las vacunas no permanecen mucho tiempo en nuestro organismo.
Mito: Las vacunas no son necesarias si se dispone de agua limpia y se lavan las manos con frecuencia.
Explicación
Aunque una mejor higiene, el lavado de manos y el agua limpia ayudan a proteger a las personas de algunas enfermedades infecciosas, muchas otras pueden propagarse por otros medios, como por el aire, independientemente de lo limpia que esté una persona o su entorno. ¡Además, es imposible mantener las manos y el entorno completamente libres de gérmenes!
Si las personas no se vacunan contra enfermedades que hemos logrado controlar, como la poliomielitis y el sarampión, estas reaparecerán rápidamente.
Recuerda: Una buena higiene y el acceso a agua potable te ayudarán a mantenerte sano, pero no reemplazan la vacunación, que nos protege de enfermedades que también pueden propagarse de otras maneras.
Mito: Las enfermedades prevenibles por la vacunación son simplemente una parte desafortunada de la vida.
Explicación
Las enfermedades prevenibles por la vacunación, como el sarampión, las paperas y la rubéola, son graves y pueden provocar complicaciones graves tanto en niños como en adultos, entre ellas neumonía, inflamación del cerebro, ceguera, diarrea, infecciones de oído, síndrome de rubéola congénita (si una persona se infecta con rubéola al inicio del embarazo) y la muerte. Todas estas enfermedades y sufrimientos se pueden prevenir con la vacunación. No vacunarse contra estas enfermedades nos deja innecesariamente vulnerables.
Recuerda: Optar por no vacunarse y contraer una enfermedad siempre es extremadamente arriesgado e incluso puede ser mortal.
Mito: Las vacunas contienen microchips que permiten rastrear a las personas.
Explicación
Ninguna vacuna, incluidas las vacunas contra la COVID-19, contiene microchips, ni siquiera aquellos que permitirían a los gobiernos o a cualquier otra entidad en el poder rastrear a las personas.
Recuerda: Las vacunas se desarrollan y utilizan para mantener a las personas sanas, no para rastrearlas.
Mito: Las personas embarazadas nunca deben vacunarse.
Explicación
Las personas embarazadas no solo pueden vacunarse contra varias enfermedades prevenibles por la vacunación, como la influenza, el tétanos, la tos ferina y la hepatitis B, sino que también es extremadamente importante que lo hagan para protegerse a sí mismas y a sus bebés de enfermedades y complicaciones.
Algunas vacunas, como la triple vírica y la vacuna contra la varicela, no deben administrarse a las personas embarazadas, pero pueden administrarse antes o después del embarazo. Se recomienda a las personas embarazadas que pregunten a sus proveedores de atención médica en sus controles prenatales qué vacunas necesitan y cuándo deben administrárselas.
Recuerda: Las personas embarazadas deben consultar con sus proveedores de atención médica sobre qué vacunas necesitan y cuándo deben administrárselas.
Mito: Los adolescentes que se vacunan contra el VPH tienen comportamientos sexuales más riesgosos que sus compañeros que no se vacunan.
Explicación
Múltiples estudios han demostrado que las niñas que se vacunan contra el VPH no son más propensas a iniciar su actividad sexual a una edad más temprana.
Recuerda: La vacuna contra el VPH protege contra el cáncer de cuello uterino y las verrugas, pero no hace que los adolescentes adopten comportamientos de riesgo.
Manejar la información falsa sobre la seguridad de las vacunas
La publicación Cómo luchar contra la información falsa sobre las vacunas: Guía para los trabajadores de salud está diseñada para ayudar a los trabajadores de salud a hacer frente a la información errónea sobre las vacunas. En primer lugar, se define la información errónea y se explica por qué se difunde rápidamente, a menudo debido a su atractivo emocional y a sus explicaciones simplistas. En la guía se señalan las fuentes habituales de información errónea sobre las vacunas, entre ellas personas influyentes que obtienen beneficios económicos al difundir información falsa. Se describen estrategias destinadas a combatir la información errónea y se hace hincapié en la importancia que revisten los trabajadores de salud como fuentes fiables. Se ofrecen consejos sobre cómo detectar la información errónea en línea, por ejemplo, verificar las direcciones URL, las fechas y las credenciales de los autores, y sobre cómo reconocer las tácticas que se emplean, por ejemplo, evocar emociones fuertes o alimentar teorías conspirativas. Se examinan dos de las principales estrategias destinadas a combatir la información errónea: las intervenciones preventivas y las desmentidas. Las intervenciones preventivas consisten en advertir a las personas sobre la posible información errónea antes de que se encuentren con ella, mientras que las desmentidas tienen por objeto corregir la información falsa después de que ha sido recibida. La guía ofrece ejemplos prácticos de ambos métodos. Además, se pone de relieve el papel que desempeñan los trabajadores de salud a la hora de fomentar la confianza en la vacunación entre sus colegas y pacientes. Se sugiere ser amable, no juzgar y ser transparente al dar respuesta a las inquietudes, así como utilizar técnicas de entrevista motivacional para comprender y responder a las dudas. En términos generales, la guía hace hincapié en el papel fundamental de los trabajadores de salud a la hora de preservar la confianza en las vacunas y ofrece estrategias integrales para reconocer, combatir y prevenir la diseminación de información errónea sobre las vacunas en los entornos clínicos y comunitarios. Se trata de un recurso valioso para que los trabajadores de salud fortalezcan su capacidad para combatir la información errónea sobre las vacunas, respalden la toma de decisiones fundamentadas y fomenten la confianza en las vacunas en sus comunidades. Este tema urgente se aborda por medio de soluciones prácticas y de apoyo para los trabajadores de salud a fin de que sean una fuente confiable, con el objetivo final de proteger la salud pública promoviendo información correcta y fomentando la confianza en las vacunas. |
La publicación Cómo luchar contra la información falsa sobre las vacunas: guía para gerentes del Programa Ampliado de Inmunización está diseñada para ayudar a los gerentes de estos programas a hacer frente a la información errónea sobre las vacunas. En primer lugar, se define la información errónea y se explica por qué se difunde con tanta rapidez, a menudo debido a su atractivo emocional y a sus explicaciones simplistas. En la guía se señala cuáles son las fuentes que suelen difundir información errónea sobre las vacunas, como algunas personas influyentes que obtienen beneficios económicos al difundir información falsa. Se describen estrategias destinadas a combatir la información errónea y se hace hincapié en la importancia de los gerentes del PAI como fuentes fiables. Se ofrecen consejos sobre cómo detectar la información errónea en línea, por ejemplo, verificar las direcciones URL, las fechas y las credenciales de los autores, y sobre cómo reconocer las tácticas que se emplean, por ejemplo, evocar emociones fuertes o alimentar teorías conspirativas. Se examinan dos de las principales estrategias destinadas a combatir la información errónea: las intervenciones preventivas y las desmentidas. Las intervenciones preventivas consisten en advertir a las personas sobre la posible información errónea antes de que se encuentren con ella, mientras que las desmentidas tienen por objeto corregir la información falsa después de que ha sido recibida. La guía ofrece ejemplos prácticos de ambos métodos. Además, se pone de relieve el papel que desempeñan los gerentes del PAI a la hora de fomentar la confianza en la vacunación entre los trabajadores de salud. Se sugiere ser amable, no juzgar y ser transparente al dar respuesta a las inquietudes, así como utilizar técnicas de entrevista motivacional para comprender y responder a las dudas de los trabajadores de salud. En la guía también se destaca la importancia de crear un entorno propicio para los trabajadores de salud, promover normas que favorezcan la vacunación y ofrecer formación continua sobre las vacunas. En términos generales, la guía tiene por objeto ayudar a los gerentes del PAI a preservar la confianza en las vacunas y ofrece estrategias integrales para reconocer, combatir y prevenir la diseminación de información errónea sobre las vacunas en los entornos clínicos y comunitarios. |
La información falsa sobre las vacunas y la vacunación, ya sea que se difunda intencionalmente (desinformación) o no (información errónea), representa una grave amenaza para la salud pública en la Región de las Américas. Múltiples estudios han demostrado que la exposición a información errónea relacionada con las vacunas puede socavar la confianza de la población en el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) y afectar negativamente las actitudes e intenciones de las personas hacia la vacunación, incluso entre quienes ya se han vacunado con anterioridad. Como es de esperar, la información errónea que da a entender que la vacunación es perjudicial y que parece científicamente creíble puede disuadir a las personas de vacunarse. Luchar contra quienes promueven el negacionismo científico y contra la información errónea que difunden es fundamental para mantener la confianza en la vacunación y proteger a la población frente a diversas enfermedades que se pueden prevenir gracias a ella. En esta lucha es fundamental comprender cómo y por qué se difunde la información errónea, así como qué estrategias se pueden emplear para combatirla, tanto antes como después de que las personas hayan estado expuestas a dicha información, y restablecer la confianza en la vacunación después de que se ha visto menoscabada. Los equipos de comunicación de riesgos y participación comunitaria del Ministerio de Salud enfrentan la difícil tarea de mantenerse al tanto de la información errónea a fin de poder monitorearla y tomar medidas enérgicas para combatirla cuando es necesario. Al colaborar a nivel nacional, distrital y local con diversos asociados, incluidos los trabajadores de salud, que han demostrado una y otra vez ser la fuente de información más confiable sobre las vacunas y la vacunación, los equipos de comunicación de riesgos y participación comunitaria pueden utilizar varias estrategias diferentes para dotar a su público destinatario de las herramientas y los conocimientos necesarios para hacer frente a la información errónea. |
Cómo luchar contra la información falsa sobre las vacunas: Guía para docentes pretende ayudar al personal docente a hacer frente a la información errónea sobre las vacunas. La guía parte de una definición de “información errónea” y explica por qué se propaga con tanta rapidez, muchas veces por su atractivo emocional y sus explicaciones simplistas. Se indican cuáles son las fuentes habituales de falsedades sobre las vacunas, por ejemplo personas influyentes que lucran difundiéndolas. Se describen estrategias para combatir la información errónea, resaltando la importancia del personal docente como figura de confianza de la comunidad. Se ofrecen consejos para detectar la información errónea en línea, como comprobar los dominios, las fechas y las certificaciones de los autores, y para reconocer las tácticas empleadas, como suscitar emociones fuertes o impulsar teorías conspirativas. Se analizan dos formas de luchar contra la información errónea: desmentirla y realizar intervenciones preventivas. Estas últimas consisten en advertir sobre la posible información errónea antes de que la persona la encuentre, mientras que la desmentida pretende corregir la falsedad cuando ya ha llegado al público, y en la guía se ofrecen ejemplos prácticos de ambos métodos. Además, se destaca la función que asume el personal docente a la hora de apoyar a los estudiantes y las familias para que confíen en la vacunación. Se sugiere mantener siempre la cortesía, ecuanimidad y transparencia en la respuesta a las inquietudes; también se proponen técnicas de entrevista motivacional para comprender las dudas de los estudiantes y abordarlas. Además, se proporcionan algunas ideas para preparar las clases y preguntas para comentar los videos, a fin de integrar estas estrategias en el aula. En suma, la guía subraya la función primordial de los profesionales de la educación para salvaguardar la confianza en las vacunas y ofrece estrategias integrales para detectar, abordar y prevenir la propagación de información errónea en el ámbito educativo. Brinda las herramientas y los conocimientos necesarios para reconocer y combatir eficazmente la información falsa sobre las vacunas. Se trata de una cuestión crucial, ya que el personal docente son fuentes de información de confianza y pueden influir positivamente en los estudiantes y sus familias. |
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| El periodismo desempeña una función fundamental a la hora de informar al público sobre todo lo que debe saber para mantener la salud, incluida la necesidad de vacunarse. Junto con el personal de salud, los medios de comunicación son una de las fuentes de información científica en las que más confía el público: los periodistas contribuyen a formar opiniones y actitudes, e incluso influyen en el comportamiento de las personas. El objetivo de esta publicación es ayudar a los periodistas, independientemente del medio para el que trabajen, a cubrir con precisión las noticias relativas a las vacunas y la vacunación. Si bien la información falsa sobrela vacunación es tan antigua como las vacunas mismas, en los últimos tiempos ha aumentado espectacularmente, sobre todo en las redes sociales, algo que preocupa a los profesionales de la salud y los científicos. Los estudios demuestran que, por breve que sea, la exposición a la información falsa puede influir negativamente en las actitudes y la intención de vacunarse, incluso en quienes ya se han vacunado con anterioridad. La reducción de la cobertura de la vacunación expone a la población a enfermedades mortales que pueden prevenirse mediante las vacunas, como el sarampión, la tosferina, la poliomielitis y el tétanos, por mencionar solo algunas. Para mantener a la población saludable y protegida frente a las enfermedades prevenibles mediante vacunación, hace falta que colaboren todos los sectores, especialmente frente a la información falsa sobre las vacunas. Por este motivo, la Organización Panamericana de la Salud presenta esta publicación, dirigida a los profesionales de los medios de comunicación que cubren temas relacionados con las vacunas. En ella se abordan diversas cuestiones relacionadas con la objetividad y la imparcialidad, así como normas y percepciones, y se ofrecen consejos sobre otros temas conexos, además de recursos para obtener más información. |
¿Has visto u oído algo sobre las vacunas en internet que te haya hecho pensar dos veces? Hay mucha información falsa sobre las vacunas, desde las teorías conspirativas más descabelladas hasta pequeñas verdades que se tergiversan o exageran. La información errónea está concebida para viralizarse. También tiende a difundirse más rápido y a llegar más lejos que la información verídica, sobre todo cuando parece tener algún vestigio de verdad. Lo cierto es que la inmensa mayoría de la comunidad científica y los expertos en medicina coinciden en que las vacunas son seguras y eficaces: no vacunarse supone un riesgo de contraer enfermedades mortales, tanto para quien decide no vacunarse como para sus seres queridos. Además, algunas enfermedades que casi han sido eliminadas podrían reaparecer si no se vacunan suficientes personas. La exposición a la información errónea sobre las vacunas, por breve que sea, puede influir en la decisión de una persona de vacunarse; por eso es importante que todos hagamos nuestra parte para impedir que se propague. Como creador de contenidos en las redes sociales, puedes aprender algunos trucos y consejos para reconocer la información errónea, y luego transmitirlos a tus seguidores. Así, contribuirás a hacer del mundo un lugar más saludable y más seguro, ¿esto no es algo que merece la pena? |
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Dra. Pau: Todo lo que debes saber sobre las vacunas
