Kingston, 9 de diciembre de 2025 (OPS) – El huracán Melissa ha causado graves daños en la infraestructura de los servicios de salud y ha alterado la vida en Jamaica. Tras su paso, miles de familias desplazadas, trabajadores de la salud, niños y personas que viven con enfermedades crónicas continúan enfrentando los impactos psicosociales de la tormenta, incluidos estrés agudo, duelo, ansiedad y agotamiento emocional.
Con los albergues operando a máxima capacidad y con poca privacidad, las evaluaciones iniciales muestran que las personas que perdieron sus hogares o sus medios de vida experimentan profundos sentimientos de impotencia e incertidumbre. Los adultos mayores, los trabajadores de la salud sobrecargados y las personas con enfermedades crónicas también enfrentan fatiga y una disminución de su capacidad para hacer frente a la situación.
Durante décadas, Jamaica ha brindado atención de salud mental a través de un modelo comunitario integrado en su sistema de atención primaria. El Ministerio de Salud y Bienestar (MoHW, por sus siglas en inglés) despliega expertos en salud mental (psiquiatras, psicólogos y personal de enfermería psiquiátrica) en centros de salud de toda la isla de forma semanal o quincenal. Este sistema de rotación permite que las personas accedan a la atención cerca de sus hogares, a través de clínicas ambulatorias de salud mental, visitas domiciliarias y equipos móviles, y garantiza que quienes viven con afecciones graves reciban un apoyo adecuado y continuo. Este modelo suele ofrecer una cobertura amplia y equitativa, con más de 300 clínicas participantes.
Según el análisis posterior al huracán, más de 130 clínicas de salud resultaron dañados, lo que provocó la interrupción de los servicios. En Trelawny, por ejemplo, dos de los seis centros de atención de salud mental quedaron fuera de servicio tras el huracán, mientras que en St. Elizabeth cuatro de los seis centros suspendieron sus operaciones, reduciendo drásticamente el acceso al seguimiento rutinario y a la continuidad del tratamiento para las personas con condiciones de salud mental.
Como resultado, surgieron riesgos clínicos y psicosociales urgentes: las personas con enfermedades mentales graves que dependen de tratamiento regular quedaron repentinamente en riesgo de interrupción y recaída, mientras que las comunidades que ya enfrentaban estrés agudo, duelo y ansiedad se volvieron aún más vulnerables en el periodo posterior al huracán.
“La devastación causada por el huracán Melissa ha generado un profundo malestar emocional y, si no se aborda de manera coordinada, no podremos llegar a las personas que necesitan apoyo mental y psicológico”, explica el doctor Kevin Goulbourne, director de Servicios de Salud Mental del MoHW.
Fortaleciendo la coordinación nacional
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) respondió de inmediato para apoyar al Ministerio de Salud y Bienestar de Jamaica a organizar un sistema de apoyo multinivel, reactivar servicios críticos y coordinar a decenas de organizaciones que participan en la respuesta. A pocos días del huracán, el MoHW, con apoyo de la OPS, realizó una evaluación en 48 horas y activó el Grupo de Trabajo Nacional de Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Emergencias (SMAPS), reuniendo a 14 organizaciones. El grupo adaptó e implementó la herramienta 4Ws de la OMS/OPS, un método sencillo y eficaz para identificar brechas, comprender desafíos y mapear quién hace qué y dónde durante las primeras fases de la respuesta.
Muchas de las comunidades más afectadas —St. Elizabeth, Trelawny, Westmoreland y St. James— experimentaron un prolongado aislamiento debido a carreteras bloqueadas y los daños en la infraestructura. El MoHW y la OPS movilizaron a 20 voluntarios capacitados para brindar apoyo psicosocial en los albergues. Estas intervenciones integran consejería estructurada de resolución de problemas con estrategias conductuales clave para mejorar la capacidad de las personas de afrontar y desenvolverse. Con el apoyo de la Cruz Roja de Jamaica y C-TECH, estos equipos atendieron aproximadamente a 950 personas en las primeras dos semanas, proporcionando primeros auxilios psicológicos, técnicas de manejo del estrés y derivaciones cuando era necesario.
Simultáneamente, la OPS, en colaboración con el Ministerio de Salud y Bienestar y la Universidad de las Indias Occidentales (UWI), lanzó una serie de sesiones semanales presenciales de capacitación en Primeros Auxilios Psicológicos (PAP). Estas sesiones se complementan con materiales de orientación diseñados para fortalecer la respuesta ampliada en materia de salud mental y apoyo psicosocial. Hasta la fecha se ha capacitado a más de 100 trabajadores del sector de la salud, incluidos participantes de las comunidades más afectadas.
Apoyo a los trabajadores de la salud de Jamaica
Los trabajadores de la salud estuvieron entre los más afectados por el huracán, trabajando bajo un estrés extremo mientras enfrentaban pérdidas personales y desplazamientos. Para apoyarlos, la OPS ayudó a establecer un despliegue semanal de “Cuidado para los Cuidadores”, con profesionales de salud mental de la Autoridad Regional de Salud del Sureste que brindan apoyo en las parroquias más afectadas. Para fin de mes, más de 200 trabajadores de la salud de 11 centros habían recibido sesiones de apoyo individuales o grupales.
“Muchos profesionales de la salud están atravesando duelo y pérdida, han perdido sus hogares y aun así se sienten obligados a continuar trabajando en entornos de emergencia y brindar servicios”, señaló Marcello Roriz de Queiroz, experto en salud mental de la OPS que fue enviado a Jamaica inmediatamente después del huracán.
Con el apoyo de la OPS, el MoHW intensificó la difusión de mensajes de salud mental a través de radio, redes sociales y materiales impresos. Las campañas promueven estrategias positivas de afrontamiento, combaten la desinformación y conectan a las personas con servicios de apoyo como la Línea Nacional de Salud Mental y Prevención del Suicidio y la línea UMatter Chatline.
Psiquiatras regionales fueron invitados a unirse al Grupo de Trabajo sobre Salud Mental y Apoyo Psicosocial, proporcionándoles actualizaciones sobre las necesidades emergentes. Los equipos móviles de salud mental restablecieron el seguimiento, las visitas domiciliarias y la continuidad del tratamiento en comunidades de difícil acceso, esfuerzos cruciales para atender a pacientes psiquiátricos cuyo tratamiento fue interrumpido por el huracán.
“Con el apoyo de la OPS, hemos desarrollado indicadores y hojas de recolección de datos para que los proveedores de SMAPS puedan registrar información para monitoreo y evaluación. Con estos datos podemos hacer ajustes para garantizar la eficiencia y la eficacia de nuestro apoyo”, añadió el doctor Kevin Goulbourne.
Próxima fase: fortalecimiento de capacidades
La OPS y el MoHW están avanzando hacia la segunda fase de la respuesta de SMAPS, pasando de despliegues de emergencia a corto plazo hacia un fortalecimiento institucional a largo plazo. Las prioridades incluyen ampliar la capacitación para trabajadores de la salud en intervenciones clave de salud mental y apoyo psicosocial, restablecer los equipos móviles de asistencia en salud mental, institucionalizar el programa “Cuidado para los Cuidadores” y optimizar los sistemas de información a nivel parroquial para mejorar los servicios de apoyo en salud mental.
“La siguiente fase debe priorizar la consolidación y ampliación de estas capacidades mediante mecanismos institucionales”, aconsejó Roriz de Queiroz, destacando la necesidad de integrar la preparación y la coordinación de salud mental y apoyo psicosocial en las estructuras nacionales para mejorar la resiliencia ante futuras emergencias.
